El masaje tailandés es una antigua forma de terapia física que combina acupresión, estiramientos asistidos y yoga pasivo. El terapeuta utiliza manos, codos, rodillas y pies para aplicar presión en puntos específicos del cuerpo y guiar al receptor a través de diversas posturas de estiramiento. Este masaje ayuda a aliviar la rigidez muscular, mejorar la flexibilidad y restaurar el equilibrio energético.